YouTube es una interminable fuente de música, pero...

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A veces sucede que se encuentra un video de una canción de un artista y aparece un mensaje como "Este video ha sido eliminado porque ha recibido quejas de TAL COMPAÑÍA por derechos de autor". Pero por cada video en YouTube que es eliminado, aparecen cientos de otros subidos por múltiples usuarios, y el resultado de todo esto es que la página líder de videos a nivel mundial es un espléndido coctel de música.

Haz el intento: pon el nombre del cantante o intérprete del país más exótico que te puedas imaginar y seguramente aparezca su música en YouTube. Ciertamente con servicios como la sección de música de Google Play (que está ofreciendo 60 días de servicio gratuito, luego de lo cual se ha de pagar 8 dólares por mes aproximadamente) se tiene acceso a mucho contenido, o con iTunes, o para grupos que inician en el negocio de la música está SoundCloud.

Pero, les aseguro que de todos los servicios que existen el que tiene más música folclórica, clásica y de todo tipo de género (no solamente comerciales) de todos los países del mundo, es YouTube.

Así como un blog se monetiza con anunciantes, así también habría de haber alguna forma de monetizar los videos en YouTube para retribuir el esfuerzo de los artistas sin que la página tenga que caer en cobrar una mensualidad a los usuarios.

Las apps generan ganancias para sus desarrolladores por cada compra que hacen los usuarios (por lo general unos cuantos dólares, WhatsApp cobra si acaso un dólar al año). Pero por otro lado tenemos el caso de Tinder (sí, esa popular aplicación para encontrar pareja) la cual es gratuita, pero sus mandamases están pensando en cobrar a los usuarios si quieren utilizar sus funciones completas (algo así como lo hace twoo.com, que por cierto absorbió a una red social llamada Netlog que quizás 10 años atrás fuera atractiva pero ya no, como hi5.com). Hay una nota sobre el caso de Tinder aquí: Tinder a prueba: ‘Millennials’ no quieren pagar por apps de citas.

Las aplicaciones y la forma en la que la gente retribuye a sus creadores, así como la forma en la que se retribuye a los artistas, están en este momento en constante cambio. Es todo un dilema.

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