Puede parecer poco usual, pero es así, estudiar y promover las lenguas africanas es algo que me anima a escribir, que me motiva a llevar a cabo un propósito de gran alcance. La primera vez que tuve contacto como una lengua africana, fue cuando cursaba el colegio, al ojear uno de los famosos libros de Assimil, Le Swahili sans peine. Estos cursos de idiomas se ofrecen en su mayoría para alguien que hable francés, sin embargo, en los últimos años se han venido haciendo disponibles con base en otros idiomas como español e inglés.

Como decía, mi primer contacto con lenguas de Africa fue con el suajili. Me sentí atraído hacia esta lengua. Pude haber comprado el libro de Assimil por el 2001, pero no le presté mucha atención en aquel momento. Tal vez pensaba que el suajili era muy difícil o que no iba a poder aprenderlo ya que el libro estaba en francés. Ahora que soy adulto, he retomado el estudio de esta lengua y lo encuentro fascinante. Voy progresando, aumentando mi vocabulario, preguntándole a hablantes nativos sobre frases que he intentato formar a partir de lecciones estudiadas.

Se calcula que en África se hablan más de 2000 lenguas y dialectos, siendo una cantidad aproximada. El suajili se considera una lingua franca en África Oriental, y cuenta con cerca de 45 millones de hablantes. El suajili es la lengua autóctona más hablada en el continente africano. En el mundo moderno de hoy, las lenguas africanas están muy desvalorizadas y rebicen poca atención. Son pocas las personas que se dan a la tarea de aprender alguna de ellas. Por lo menos yo, particularmente, pienso seguir aprendiendo suajili; es una lengua fácil y divertida.